El mismo mal sabor de boca, la misma oscuridad, la misma parálisis y el mismo frío en los brazos; cada año se repite, justo al ir acabando Marzo, las notas no importan hasta que salen a la luz los suspensos, el cráneo me presiona, los ojos hacen agua y mis manos tiemblan, año tras año, las notas finales se acercan y comienzan a dar un vuelco a mi corazón y remueven en mi mente recuerdos de otros años de estas fechas tan significativas.
No recuerdo el año que aprobé todas, supongo que por que mis padres son de aquellos de la vieja escuela de regla y cinturón; los sobresalientes no importan, los notables no importan, solo importan los suspensos, pero de una mala manera(EVIDENTEMENTE); las notas malas, castigo, las buenas, nada.
Me avergüenzo de mi mismo, en el fondo está bien por que es lo que quiere la sociedad para aprender que lo bueno es aprobar, pero le resto importancia por que tengo lo que me merezco y supongo que mi vida no cambia nada porque haga o no mejor las cosas, es decir que no tengo motivación, eso me desanima y hace que vea importante aprender cosillas pero no aprovar, ccreo que un trabajo tampoco sería un punto de referencia sobre el que apoyarme ya que soy de esos pocos que quiere lo mínimo para vivir: csa, dinero, amigos... y solo me muevo por el afán de ayudar y de aprender. La solución sería un trabajo en el que pueda ayudar o hacerme voluntario.
LA MOTIVACIÓN es lo que mueve a las personas, (en su término más amplio), es lo que lleva a la felicidad, la finalidad de algo es lo que todos ven y yo creo que el camino hacia esa finalidad también debe firmar parte de la motivación de una persona, que cree una felicidad en esa persona.
A parte, si la motivación no causa daño o malestar a otros seres o sistema benignos para el conjunto de la sociedad. Esta felicidad llevará a otras personas a ser felices de la misma manera pero si una persona es feliz machacando a los demás otros también imitarán su conducta y la sociedad debería velar por el primer tipo de educación.
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